19.9.11

Querer es poder


SUERTE. Buena suerte. Golpe de suerte. Tener suerte.
La RAE propone distintas acepciones para la palabra suerte, pero me quedo con la cuarta: "Causalidad a que se fía la resolución de algo". Sí, eso es lo que pasa, dejamos todo echado a la suerte. Si te va bien es porque la suerte estuvo de tu lado; si te va mal, tenés mala suerte. El esfuerzo no vale, las circunstancias no cuentan, fue sólo la suerte.
Cuando era chica la suerte consistía en sacar el palito más largo de todos, tirar la moneda y obtener cara o cruz, jugar a "pan y queso" y pisar al otro o al "1, 2, 3" y apretar el dedo gordo del otro, tirar los dados y sacar  el 6, cantar "de tin marín de do pingüé"... Inocencia.
Ahora de grandes no podemos deliberar la suerte con un simple juego de niños. Sería muy simple e ingenuo; sin embargo, los adultos no paran de repetir: "Suerte", "buena suerte", "mucha suerte" y bla bla bla. ¿No es lo mismo que antes? Seguimos siendo aquellos inocentes que creían que nuestro éxito o fracaso se da(ba) por algo más que por nosotros mismos.
No existe la suerte. Logramos lo que deseamos porque nos lo proponemos y no obtenemos los mejores resultados cuando no "le ponemos garra".

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